La mayoría de padres desearíamos que la inocencia de nuestros hijos durara para siempre. Aunque lamentablemente el momento en que dejan un poco de ser niños siempre llega. Una de las señales que nos muestran que nuestros hijos se han hecho mayores es cuando se empiezan a plantearse si los Reyes Magos existen y llega la gran pregunta:- “Mamá, ¿los Reyes Magos son los padres?”. Nosotros querríamos salir corriendo o hacerlos desaparecer para no tener que enfrentarnos a ese momento tan delicado. Las reacciones de nuestros hijos pueden ser muy diversas; caras de sorpresa, lloros, sensación de pena, incredulidad (¿cómo van a llevar mis padres regalos a todas las casas?). Lo que está claro es que en general no produce alegría en ninguno de ellos. Una pequeña parte de ellos se queda huérfana de esa magia que envuelve su mundo.
¿Existe un momento ideal para confesarles que los reyes son los padres? ¿Debemos ser nosotros los que les confesemos la verdad? ¿O deben descubrirlo por ellos mismos? Éstas y otras preguntas son las que nos hacemos como padres para intentar evitar que su ilusión se desvanezca y no lleguen a perder esa devoción por la Navidad y los Reyes Magos.
Es cierto que es una situación delicada así que, ¿por qué no cuidarlo como se merece? Me gustaría proponeros diferentes maneras para acompañar a vuestros hijos en lo que seguramente sea el primer desengaño de su vida. Son solo algunas ideas que os pueden ayudar aunque vale la pena ser consciente de cómo es nuestro hijo, de cómo entiende la vida y se relaciona con ella para saber cuál es la mejor manera de hacerlo.
- Enviar una carta personal al niño revelando su secreto y pidiendo que lo siga guardando.
- Pedir a un conocido que se disfrace de Rey Mago y le explique que al ya ser mayor, a partir de ese momento sus padres serán los que hagan los regalos (hay demasiados niños y los Reyes tienen que pedir ayuda a los padres).
- Hacer un juego de pistas el mismo día de Reyes para que vaya descubriendo la verdad.
- Explicarles un cuento donde lo explique y encontrar un momento especial.
- No contarles nada, que lo intuyan y sigan con la misma ilusión, aunque lo sepan.
Y si los Reyes son los padres, ¿quién es Papa Noel? Y vuelta a empezar. Otro mito caído del que tienen que sobreponerse. Y qué dura es la vida cuando se deja de ser pequeño. Acompañémoslos con cariño.
Esther Navarro
Deja una respuesta