Mens sana in corpore sano

El abrazo

«El abrazo es el gesto de consuelo, porque expresa la presencia gratuita, silenciosa. A diferencia de lo que ha dicho la tradición, no es la filosofía la que consuela , sino el abrazo, MI presencia que envuelve TU cuerpo. El abrazo no dice nada , solo muestra. El silencio es vital. Un abrazo ruidoso no tiene sentido, más bien al contrario, es indecente, sería como un poema que necesita ser explicado para poder ser entendido. De la misma manera que el que explica el poema destruye el poema, lo que se habla en el abrazo destruye el abrazo.»

Esta es una traducción (autorizada por el autor) de un párrafo del libro «L’expèriencia de la pèrdua, assaig de filosofía literària» de Joan-Carles Mèlich, que me ha conmovido. No tan solo por su belleza, sino porque realmente entra en el abrazo y lo describe con matices que lo hacen ser lo que es, pero que a veces obviamos.

  • El hecho de envolver: A veces abrazamos con prudencia, intentando respetar el espacio del otro. Pero entrar en ese espacio es una de las claves del abrazo: Tu presencia en ese momento se  apodera de la del otro; tu fuerza, tu amor, tu compasión, tu ánimo envuelve el miedo, la tristeza, la incertidumbre del otro y poco a poco la disuelve. Eso que es tan difícil sin contacto real.
  • El silencio: Podríamos escribir páginas y páginas sobre el silencio: lo difícil que resulta a veces mantenerlo y lo reconfortante que puede ser, ser capaz de compartirlo. Como dice Joan Carles, el verdadero abrazo debe ser sin palabras, para que la conexión sea mucho más profunda, para que ninguna frase hecha empañe ese momento, porque no hay nada más potente que un abrazo y no se puede explicar lo que se puede llegar a transmitir. Lo bueno del abrazo es que habla sin hablar, un buen abrazo sustituye conversaciones difíciles, dice perdona, dice lo siento, dice te perdono, te quiero, te echo de menos, dice tantas cosas que para qué confundir con palabras.

Abrazar bien es un arte, y también dejarse abrazar . El/la «abrazante» debe envolver sin invadir, transmitir sin hablar, mantener el tiempo suficiente el vinculo, dejar ir permaneciendo ahi… El/ la «abrazado/a»  tiene que ser capaz de relajar el cuerpo, descansar en el otro, disfrutar del silencio.. abandonarse completamente.

Recuperemos el abrazo !!!

 

 

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