Cuídate con mucho gusto con Astrid Barqué

Sentirte bien por dentro y por fuera

¿Te has dado cuenta, que desde hace algunos años, los anuncios de televisión nos hablan de alimentos que te ayudan a mejorar la digestión, el tránsito intestinal y  a sentirte más liger@?

Este “boom” en el mercado de productos con propiedades especiales va relacionado con los cambios de nuestros hábitos alimenticios. Nos estamos alejando de la Dieta Mediterránea y consumiendo más otros alimentos procesados y con más proteínas, grasas y azúcares.

Las consecuencias de estos “nuevos hábitos” en la dieta de los españoles, son, entre otros, el aumento de la obesidad y las enfermedades relacionadas con el sistema gastrointestinal en gran parte debidos al bajo consumo de fibra.

A pesar de no ser un nutriente, la fibra es fundamental en una dieta equilibrada. Quizás no lo sabías, pero ayuda en la prevención y control de la diabetes, de los problemas cardiovasculares, de los niveles de colesterol y otros, además de sus ya reconocidos beneficios como reguladora del  tránsito intestinal.

La fibra pertenece a la familia de los carbohidratos, aporta sólo 2 kcal por gramo y está formada por partes comestibles de los vegetales que son resistentes a la digestión y a la absorción intestinal y que llegan intactas a nuestro colon (intestino grueso). La fibra ayuda al tránsito de los alimentos por el sistema digestivo, absorbe agua y mejora además diversas funciones metabólicas.

 La fibra más fácil de reconocer es la insoluble, que se encuentra principalmente en la envoltura de los granos de cereales y constituye el componente mayoritario del salvado.

 Un segundo tipo de fibra es la soluble, que forma una especie de gel muy saludable para nuestro sistema digestivo y está recomendada por sus efectos sobre la glucemia y la reducción del colesterol. Como alimentos ricos en fibra soluble están los cereales (especialmente la avena), legumbres, frutas etcétera.

 Recuerda siempre que es necesaria una abundante ingesta  de agua (1,5-2 litros al día) para que la fibra pueda ejercer plenamente todos sus beneficios.

 Cuántos más alimentos consumas, más fibra necesitas. La cantidad diaria recomendada de consumo de fibra en adultos es de 25 a 30g/día. Para conseguir esta ingesta, te aconsejo que incluyas en tu dieta legumbres (2 días a la semana), 3 frutas al día (si puede ser con piel, mejor), ensaladas, verduras y otros alimentos enriquecidos en fibra. Elige los cereales integrales pues además de fibra te aportan vitaminas y minerales que se eliminan en el proceso de refinado y prueba las bebidas ricas en Betaglucanos, son una manera deliciosa de tomar fibra.

 Te invito a que aumentes el consumo de los alimentos ricos en fibra, a “no dar la espalda a nuestra dieta Mediterránea”* y a promover en los tuyos una dieta completa y saludable. Para sentirte bien por dentro y verte estupend@ por fuera.

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