En relación al artículo anterior “un verano de verdad” no quería simplemente en dejaros mi reflexión pertinente acerca de cómo llenar de sentido los veranos de vuestros hijos. Por este motivo este post es mucho más práctico, con información útil para poder valorar otro tipo de experiencias de verano que podéis ofrecer a vuestros hijos para que puedan vivir situaciones más significativas y comprometidas con la realidad que vivimos.
En primer lugar, quiero hablaros sobre el programa XANASCAT JOVES, a través del que se fomenta la convivencia de niños y jóvenes en albergues. Se potencian los valores de amistad y la solidaridad y a su vez tienen una oferta variada de actividades a llevar a cabo: teatro, ingenio, música, circo, voz, cine, naturaleza y deportes.
Por otro lado, algunas organizaciones como PERE TARRÉS aprovechan las inscripciones de sus actividades de verano para beneficiar a colectivos desfavorecidos. Por este motivo pensad que, además de apuntar a vuestros hijos, estaréis colaborando con las iniciativas de tipo social, algo que desde bien pequeños les podemos ir enseñando. ¿No hay nada mejor que predicar con el ejemplo, no?
En el caso que tengáis pequeños artistas en casa, LA CAPSA DE COLORS, puede ayudar a desarrollar más sus habilidades plásticas y acompañarlos en su pasión. Barro, pintura y creaciones con distintos materiales son algunas de las cosas de las que van a disfrutar en este casal. Estos talleres de expresión plástica van a conseguir dibujar más que sonrisas en los pequeños.
Si vuestros hijos ya son adolescentes, AIPC PANDORA (Asociación para la integración y el progreso de culturas), con sede en Madrid, brinda la oportunidad de tener una experiencia internacional de 3 semanas en las que los jóvenes realizan tareas de voluntariado de todo tipo (basado en el método de aprendizaje-servicio) y a su vez perfeccionan el idioma del lugar donde colaboran.
Finalmente no quería terminar el artículo sin remarcar una tercera opción, la cual, por experiencia propia y por todo lo que me aportó en mi infancia, es una de las que con más cariño os propongo. Me estoy refiriendo a los esplais i caus. No solo organizan casales y campamentos de verano, sino que a lo largo de todo el año, normalmente en fin de semana o un día a la semana, se reúnen para realizar todo tipo de actividades, normalmente relacionadas con la naturaleza, la convivencia y la amistad. Raro será encontrar a alguien que haya estado en un esplai o cau que no recuerde su experiencia como maravillosa. Se crean vínculos para toda la vida, se aprenden valores como la perseverancia, el esfuerzo, el respeto por el medio y la ayuda al prójimo.
¿Creéis que alguna de estas opciones pueden suponer para vuestros hijos un verano un poco distinto y mejor? ¡Feliz verano!
Esther Navarro
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