Cuando pensamos en una nutrición adecuada, a menudo viene a nuestra mente un consumo adecuado de frutas y verduras, cereales integrales, aceite de oliva, pescados, etc. Pero pocos son los que piensan en un primer momento en la importancia del agua. Y ahora veremos que el agua debe ser considerada como un auténtico nutriente.
Hola amig@s , hoy he pensado escribir, desde este blog de Diet-Rádisson de la importancia del agua para una vida saludable.
El agua es el componente mayoritario de nuestro cuerpo, llegando a alcanzar entre el 55-60 por ciento de nuestro peso corporal. Podemos encontrarla dentro de nuestras células (agua intracelular), en el líquido intersticial (entre nuestras células), y en el líquido intravascular (sangre y linfa). Está involucrada en muchos procesos de nuestro organismo, y nuestro cuerpo no tiene capacidad de almacenarla, por eso no podemos sobrevivir mucho tiempo sin ingerir líquidos.
¿Y cuáles son esas funciones tan importantes? El agua es el medio de disolución de todos los líquidos corporales, como la sangre, la linfa y las secreciones digestivas. Es el medio en el que tienen lugar todas las reacciones químicas del organismo. Actúa como transportador de sustancias y es fundamental para llevar a cabo las funciones de desintoxicación del organismo, ya que sirve como vehículo para eliminar productos de desecho a través del sudor, las heces y la orina. También lubrica y proporciona soporte estructural a tejidos y articulaciones y tiene un papel fundamental en la regulación de la temperatura corporal. Todas estas razones hacen del agua una sustancia esencial para nuestra salud.
Situaciones como un calor excesivo, la práctica de ejercicio físico o estados de fiebre, aumentan las pérdidas de agua por sudor. El consumo de diuréticos (hierbas o medicamentos), alcohol, bebidas como el café o el té, hacen que aumente la eliminación de agua por la orina. Y el consumo de laxantes o estados de enfermedad intestinal hacen que se eliminen grandes cantidades de agua por las heces.
Y ya que sabemos todo esto, ¿qué podemos hacer para mantenernos bien hidratados? Lo más sencillo es beber entre 1,5-2 litros (unos 8 vasos) de líquidos al día, si estamos en condiciones normales. Si presentamos algunas de las situaciones anteriores (practicamos mucho ejercicio, o estamos enfermos, o tomamos diuréticos) debemos aumentar la cantidad. No debemos esperar a tener sed para beber, ya que cuando esta aparece es indicativo de una cierta deshidratación en el cuerpo. Una sanísima costumbre es empezar el día bebiendo una vaso o dos de agua templada (el agua fría no suele caer bien al estómago) en ayunas, que nos ayudará a empezar el día bien hidratados y además es un excelente depurativo, y muy eficaz para personas que sufren de estreñimiento.
También es muy aconsejable acostumbrarse a beber a lo largo de todo el día. Ahora, con el frio, parece que no apetece mucho beber agua, por eso es bueno recurrir a las infusiones y los tés que, aparte de mantenernos hidratados, nos dan calor, y además nos aportan minerales y fitonutrientes, ayudándonos a mejora nuestra nutrición y nuestra salud.
Como curiosidad, y un claro ejemplo de la importancia vital del agua para la vida, una de las causas de muerte en personas que están haciendo un ejercicio muy intenso y largo, como por ejemplo una maratón, es un ataque al corazón debido a falta de agua pues la sangre se «hace espesa» y el corazón, que al fin y al cabo es una bomba, no puede bombear algo tan denso.
Y para terminar, estudios científicos han demostrado que tomar dos vasos de agua antes de las comidas ayuda a perder peso, ya que aumenta la sensación de saciedad y se come menos. Y si lo del agua no te convence, un efecto similar lo puedes obtener tomando un caldo desgrasado y bajo en sal, antes de comer. Este pequeño gesto, con muy pocas calorías, te llenará el estómago y hará que comas el resto de la comida con menos ansiedad.
¿No te parecen razones más que suficientes para aumentar tu ingesta de líquidos?
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