El interés creciente en la relación entre alimentación y salud ha llevado a muchas personas a preocuparse por su dieta y a hacer algunos cambios que les lleven a una alimentación más saludable. Pero algunas personas pasan de una preocupación razonable por la salud a una verdadera obsesión por una dieta sana, que puede dar lugar a la ortorexia.
La ortorexia es un trastorno de la conducta alimentaria caracterizado por una obsesión y preocupación extrema por la salud y la alimentación sana. Las personas que la sufren tienden a rechazar alimentos como la carne, los lácteos, las grasas, el azúcar y cualquier alimento que no haya sido producido ecológicamente o que tenga algún conservante artificial. Suelen ser personas muy exigentes y controladoras. Lo que en un principio era un camino hacia una vida más saludable y plena, se puede convertir en un comportamiento que las aleja de la satisfacción personal, de la vida social y que puede tener consecuencias negativas para la salud llegando a sufrir carencias nutricionales importantes.
Para saber si estamos ante una preocupación normal por una dieta saludable o hemos cruzado la línea que nos lleva a la ortorexia, podemos recurrir al siguiente cuestionario:
¿Pasa más de tres horas al día pensando en su dieta?
¿Planea sus comidas con varios días de antelación?
¿Considera que el valor nutritivo de una comida es más importante que el placer que le aporta?
¿Ha disminuido la calidad de su vida a medida que aumentaba la calidad de su dieta?
¿Se ha vuelto Vd. más estricto consigo mismo en los últimos tiempos?
¿Ha mejorado su autoestima alimentándose de forma sana?
¿Ha renunciado a comer alimentos que le gustaban para comer alimentos “buenos”?
¿Supone un problema su dieta a la hora de comer fuera distanciándolo de su familia y sus amigos?
¿Se siente culpable cuando se salta su régimen?
¿Se siente en paz consigo mismo y cree que todo está bajo control cuando come de forma sana y previsible?
Si se contesta afirmativamente a 4 ó más preguntas es hay que relajarse un poco con respecto a la dieta. Si se responde afirmativamente a casi todas es que podemos estar ante un problema de conducta alimentaria y sería necesario consultar con un profesional cualificado.
Espero que ninguno de vosotros haya contestado a muchas de estas preguntas de forma afirmativa, pero si es así, la buena noticia es que las personas que desarrollan ortorexia suelen responder muy bien a la terapia, precisamente por ese gran interés que tienen por la salud y el bienestar.
Yo creo que es bueno que seamos conscientes de la relación entre alimentación y salud, y que es nuestra responsabilidad elegir correctamente los alimentos. Pero debemos proceder con inteligencia y mesura. Sin tensiones ni extremismos. La alimentación forma parte de nuestra cultura, de nuestra forma de relacionarnos con los demás y es una gran fuente de placer al que no deberíamos renunciar. Tendríamos que ser capaces de encontrar el equilibrio entre una dieta saludable y el placer de comer y compartir los momentos de la comida con nuestros seres queridos. Y creo que encontrar ese equilibrio es algo sencillo; basta con confiar en nuestra maravillosa Dieta Mediterránea y llenar la cesta de la compra con alimentos frescos y de buena calidad.
Así que ya sabéis amigos, alimentaos de forma saludable, pero felices y con cariño.
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