A veces parece que para llevar una vida saludable y cuidar la alimentación hay que complicarse mucho la existencia y estar demasiado pendiente de lo que lleva o deja de llevar lo que comemos. Nosotros, en Diet Rádisson, somos partidarios de las cosas que ayudan a mejorar pero sin agobios; facilitando el día a día para que puedas disfrutar con alegría y confianza.
Hoy nos vamos a centrar en los beneficios que tiene la dieta mediterránea. Porque es precisamente uno de los mejores ejemplos de cómo con algo sencillo y «de toda la vida» puedes mantener tranquilamente una alimentación saludable.
En primer lugar, vamos a ver qué tipo de alimentos forman parte de ella y qué frecuencia de consumo es la más recomendable:
- Frutas, verduras, cereales, arroz y pasta: Consumo diario. Incluso en algunos casos (como frutas o verduras) varias veces al día. ¿Te parece aburrido? Pues eso es que no conoces nuestra colección de cereales, semillas y frutos ni la de pastas y sopas.
- Pescados, carnes blancas, legumbres y huevos: Apropiados varias veces por semana.
- Patatas y carnes rojas: Recomendables un par de veces por semana.
- Dulces: Sólo consumo ocasional. Si además optas por por galletas y bollería dietética, todavía mejor.
Además dentro del concepto de dieta mediterránea nos encontramos otras recomendaciones más formales, como por ejemplo:
- Es preferible consumir en la medida de lo posible los productos locales y de temporada.
- Intentar que los alimentos estén poco elaborados o crudos.
- Tomarse tiempo en la comida, disfrutando dicho momento.
- Compaginarla con una buena hidratación.
- Y, por supuesto, hacer algo de ejercicio físico de manera habitual.
Entre los principales beneficios de la dieta mediterránea destacamos estos:
- Ayuda a regular el colesterol.
- Facilita las digestiones.
- Contribuye a prevenir el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
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