Descubre sus beneficios y como crearlo.
¿No tenéis la sensación de que no disfrutáis ni de un minuto a lo largo del día para estar en silencio? ¿Qué la mayoría de veces vuestro tono de voz es alto y acelerado? ¿Y el de vuestros hijos? Os gritáis normalmente desde una punta de la casa a la otra?
En la escuela también es cada vez es más difícil disfrutar de estos momentos y hemos llegado hasta el punto de creernos, los profesores, que nuestros alumnos “no pueden” mantener el silencio cuando se les está explicando algo o cuando se trata de una actividad individual. Como si su ADN hubiera cambiado en las últimas décadas.
La inmediatez, la cantidad de estímulos que nos rodean y nuestros hábitos diarios han hecho que esos momentos de tranquilidad y sosiego vayan desapareciendo. Como todos los aspectos relacionados con la educación, lo podemos trabajar en casa. El ambiente mejorará, dejaremos de lado los gritos y nos sentiremos mejor cuando tengamos que tratar temas familiares.
Estos sencillos consejos os pueden ayudar a favorecer un clima de tranquilidad en casa:
- Apagar las televisiones o las radios en los momentos de mucha actividad en casa (baños, desayunos, comidas con gente, etc). Éstos solo añaden “interferencias” y ruido de fondo.
- Evitar gritar a los niños cuando no están cerca. Ir a su encuentro y darles las consignas deseadas.
- No dar respuesta a las peticiones de los niños si lo dicen gritando
- Usar un tono de voz bajo aunque los demás no lo hagan. Sin hacer nada la otra persona adapta su tono al vuestro
- Hacer actividades específicas para trabajar el silencio con vuestros hijos: lectura de cuentos (sin que ellos intervengan), escuchar música en familia, dibujar, meditar o hacer relajación.
El silencio es un pequeño regalo para todos y debería ser, también, un gran amigo para vuestros hijos. Disfrutadlo.
Deja una respuesta