Alimentación sin gluten

Meriendas sin gluten para llevar

meriendas sin gluten

Hoy en día, la merienda se ha convertido en una de las comidas del día que acostumbramos a hacer fuera de casa. Muchas veces de forma obligada por temas de trabajo, tareas diarias con los hijos o simplemente por ocio. Es una de las comidas que menor importancia le damos y no debería ser así. Este tentempié a media tarde nos ayuda a mantener la energía y el aporte nutricional entre dos comidas principales del día, como son el almuerzo y la cena. Por este motivo, es muy interesante planearnos y prepararnos las meriendas de la semana para asegurar una buena nutrición en ese momento del día.

¿Qué aspectos debemos tener en cuenta a la hora de preparar nuestras meriendas sin gluten?

1. Práctico a la hora de comer:

La hora de la merienda acostumbra a ser un momento de paso o porque toca cuando estás en el trabajo. En el caso de estar haciendo quehaceres fuera de casa es cuando se te despierta el gusanillo y tienes que comer allí donde estés. Es por eso que tenemos que buscar una opción que no nos complique mucho la vida; no se trata de llevar muchos alimentos que nos ocupen espacio y tiempo a la hora de merendar, sino más bien opciones sencillas y fáciles de comer.

Un ejemplo de merienda práctica y sin gluten sería llevar unas barritas crujientes de maíz o unas tostadas de arroz integral biológico y un poco de humus de garbanzos con aguacate o algún tipo de paté vegetal sobre los que poder untar. Podemos añadirle una pieza de fruta si nos quedamos con hambre.

2. Práctico de llevar:

Es importante a la hora de preparar la merienda saber cómo nos la vamos a llevar. Debemos ser prácticos en ese aspecto y utilizar aliados para el transporte como son: recipientes con tapa o tuppers, botellas de agua reutilizables, bolsas porta alimentos y embalajes alternativos a los productos de un solo uso. Cualquier alimento que ocupe mucho espacio o sea difícil de llevar acabará siendo un incordio. Una buena opción sería llevarse un poco de macedonia de frutas en un recipiente pequeño y una bolsita de frutos secos, o hacer unas barritas energéticas con semillas de cáñamo, miel y frutos secos.

3. Conservación sin nevera:

Un aspecto interesante a tener en cuenta de nuestra merienda es su conservación. Por norma general salimos de casa por la mañana y nos llevamos la merienda hasta que llega la hora de comerla por la tarde. Esto implica que en todo este tiempo no es posible una conservación en frío, a no ser que tu lugar de trabajo disponga de nevera. Si tienes la suerte de poder mantener tu merienda en frío, tienes la posibilidad de llevarte un yogurt con un poco de arroz o quínoa inflada, o incluso puedes prepararte un batido casero a base de frutas y leche vegetal. Si por el contrario no tienes como mantener la merienda en frío, tienes la opción de preparar unas magdalenas o un bizcocho casero con harina de maíz y virutas de chocolate negro.

La practicidad tiene que ser nuestra aliada a la hora de prepararnos unas meriendas sin gluten sanas y nutritivas. Es fundamental darle importancia a esta comida del día y evitar las opciones fáciles y poco saludables como la bollería o las bebidas azucaradas, eso puede ser un recurso en un momento dado, pero nunca un hábito. Actualmente existen muchos productos para celíacos que son una buena opción para merendar y están al alcance de todos en centros dietéticos; si no también puedes atreverte con alguna receta casera sin gluten. ¡Imaginación al poder!

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