Si te interesan las nuevas tecnologías, entonces ya sabes qué es el consabido Twitter. Si, en cambio, tus ocupaciones no te dejan tiempo para profundizar en el mundo digital, te hago un resumen: Twitter es una red social basada en el microblogging, es decir en la publicación de mensajes breves, no mayores a 140 caracteres. Es una forma de enviar/recibir información de forma resumida y muy veloz.
A diferencia de Facebook, que se basa en ‘amistad’, en Twitter lo que hay son ‘seguidores’. Según sea la cantidad de personas que sigas, así será el flujo de información recibida a cada minuto. La sensación abrumadora de recibir inputs de forma permanente es una de las mayores críticas que se hacen a Twitter, ya que dificulta la tarea de discernir entre lo que es importante y lo que es superfluo.
Para muchos usuarios, el antídoto para esta velocidad informativa parece encontrarse, paradójicamente, en los mensajes que requieren una lectura (y una escritura) lenta. Es decir, un tipo de pensamiento breve que se caracteriza por ofrecer ideas que se bastan a sí mismas y cuyo contenido es un punto de reflexión o una muestra de ingenio.
Es debido a esta nueva tendencia que se dice que Twitter está canalizando el renacer del aforismo, un género literario, filosófico y pedagógico muy antiguo que había caído en desuso y que puede tener nombres muy diversos según su contexto cultural: epigrama, haiku japonés o sūtra indio, por ejemplo.
Lo cierto es que este género existió en todas las antiguas culturas, aún antes de la aparición de la escritura, pues su carácter es intrínsecamente oral. Como tal, el aforismo está forzado a ser breve, ya que debe condensar la mayor cantidad de información y sabiduría posibles en la menor cantidad de palabras, de forma que sea fácil de recordar.
En nuestra sociedad actual, saber leer y escribir es básico, a la vez que es sinónimo de educación y progreso. Cuantos más libros hayas leído más prestigio social adquieres. En la India antigua, en cambio, poner por escrito un texto era un signo de debilidad. En Occidente, por su parte, 500 años atrás, ante el ahora tan elogiado invento de la imprenta, se alzaron muchas voces de precaución temiendo por la muerte de la cultura oral. Se decía que al poner todo por escrito, el ser humano dejaría de pensar y de recordar.
Efectivamente, como explican algunos sociólogos, la aparición de la imprenta moderna en el siglo XV tuvo, como una de sus consecuencias principales, relegar el valor de la memoria; algo similar a lo que hace Google en nuestros días. Por tanto, sostienen los investigadores, los mensajes fragmentarios que se despliegan en Twitter, y que se caracterizan por la fugacidad informativa serían una posible forma de regresar a la oralidad.
De esta manera, lo que se desprende de ciertas opiniones especializadas es que la revolución digital producida por las redes sociales podría, en un irónico giro no exento de sabiduría, estar llevando al ser humano de regreso a su origen.
Naren
Comentarios
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Me ha tranquilizado leer este articulo, no tenia muy claro donde nos llevaria el twitter y todo lo demas, «la evolución». Y sobretodo, la proxima vez q una amiga me pregunte q es Twitter, la remitire a tu blog.
Gracias
me alegro de que te haya sido útil, y encantada de que lo compartas
un abrazo
Pati