Se abre el telón y se ve un niño desesperado gritando AGUAAAAAAAA! Se cierra el telón. Se vuelve a abrir y se ven a un papá corriendo como loco yendo a buscar agua y llevándosela al niño en un abrir y cerrar de ojos. ¿Título de la película? Un papá en apuros.
Ni por favor, ni gracias, ni un beso ni una buena palabra. Aún así, el agua ha llegado a su destino. Y así sucesivamente incontables veces al día: la merienda, un juguete, el pipí, una galleta, la ropa, etc.
Después de años dedicándome exclusivamente a los pequeños, estoy teniendo la oportunidad de relacionarme de cerca con chicos y chicas más mayores. La “terrible” secundaria: la etapa más difícil, según algunos. De momento, después del poco tiempo que llevo con ellos, puedo decir que puede que sea una etapa poco “agradecida”. No me refiero al hecho de valorar o no todo lo que tienen, me refiero a sus modales. A sus palabras. A sus muestras de delicadeza al pedir las cosas, independientemente de con quién se estén relacionando: compañeros, maestros, cocineros, monitores, etc. Sólo existe el “aquí y el ahora”, exactamente igual que cuando todavía eran unos niños y no eran conscientes de ello. ¿Qué ha pasado? Hemos llegado tarde. El “agua” llegó demasiado rápido, gritando, sin pedirla como debiera ser…simplemente “AGUAAAAAAAAAAAA”. …i voilà!
“Dime cómo hablas en casa y te diré cómo lo harás cuando no estés en ella”. Gracias. Perdona. Por favor. ¿Te importaría? ¿Podrías? Lo siento. ¿Te ha molestado? Estos son modales que no pasan “de moda”. Los niños cambian. La educación cambia. Aun así, los valores y el respeto deberían mantenerse intactos.
A veces nos preguntamos cómo podemos estimular de la mejor manera a los niños, qué actividades extraescolares deben hacer, qué es lo mejor para motivarlos, pero, ¿nos preocupamos por cómo hablan? ¿Y por cómo piden las cosas? ¿ y por cómo se relacionan con nosotros? y con sus abuelos? y con sus amigos?
Volvamos al principio. ¿Qué hacemos nosotros? ¿Qué modales tenemos? ¿Cómo pedimos las cosas? ¿Cómo le hablamos a la gente? Los niños ven la “película de su vida” en nosotros. De nuevo, los adultos les mostramos el camino…hagámoslo bien!
Esther
Comentarios
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Bueno, de vida saludable , no de dieta de adelgazamiento, estar sanos si , pero no delgados a cualquier precio. Genial que te guste gentecosmo